Fue de esos partidos en los que la adversidad te agrandan y cuantas más contras se tengan que afrontar, más fuerte vas a salir. Quilmes entre los punteros, la posible ida de la dupla técnica Marcelo-Perez y la sombra de los 18 puntos menos que aún rondan por Mataderos.
Y fue con ese contundente 3 a 1 a Quilmes que no sólo se rompió con la racha de no haber ganado nunca en el estadio Centenario sino que fue la mejor muestra de trabajo y respaldo para los DT. Se sabe que en las malas Chicago siempre sale a flote y anoche demostró, con su líder chavense y del ventarrón, que por más que se hable durante la semana o se subestimen los trabajos de un entrenador, en el futbol todavía se gana en la cancha.
Abrazo sentido. Fruta y el Loco desahogándose.
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